En el artículo anterior vimos cómo a través de la famosa ley de la atracción se pueden materializar nuestros deseos. Si bien es así debes tener en cuenta todas las reglas del juego, para que te muevas por el tablero con la mayor sabiduría posible. Sigamos, no obstante, indagando en estas reglas. Cabe destacar que esta ley está operando todo el tiempo, pues siempre estamos atrayendo a nuestra vida personas y situaciones que están en consonancia con nuestra vibración. Se trata entonces de usarla conscientemente pero ¿cómo se hace? Se podría decir que es fácil y díficil a la vez.
En primer lugar, debemos conectar con los auténticos anhelos de nuestro corazón, de nuestra alma, de nuestro ser interno... (como prefieras llamarlo). Estos anhelos están directamente relacionados con aquello que has venido a hacer a este mundo. Es eso que arde en tu interior esperando que le des cabida, y que no tiene nada que ver con los deseos banales del ego. Esto requiere un profundo trabajo de introspección y de autoindagación, dejando la mente a un lado y aprendiendo a escucharse. Cuando conectes con tu verdadera aspiración te sorprenderá saber que no tenía nada que ver con aquello para lo que querías utilizar esta ley universal. Aquí ya tienes ganado el 90% del camino pues eso ya está en ti, es lo que eres. Y lo que eres no requiere de ningún esfuerzo ni sacrificio.
En segundo lugar, debes enfocarte en trabajar tus creencias y no en visualizar nada. Digo esto porque si tienes creencias introyectadas que van en contra de tu anhelo será difícil que lo consigas. ¿Y qué son las creencias? Son todas aquellas ideas y pensamientos que tenemos acerca de algo y que tomamos por verdaderas sin cuestionarlas. Tomar una creencia como verdadera no significa que lo sea; la mayoría de ellas no lo son. Simplemente las aprendimos durante niños y no nos las cuestionamos.
En tercer lugar, y puede que los más escépticos omitan este punto, si tienes asuntos kármicos pendientes y que interfieren con aquello que quieres puede que tarde un poco más en llegar. Esto es porque primero deberás atravesar todas aquellas situaciones necesarias que te hagan crecer y tomar consciencia de ciertos aprendizajes para tu evolución. No obstante, insisto en que cuando cumples el primer requisito, el de conectar con tu verdadero yo, la motivación es tan grande que todo lo demás se va alineando y todo este trabajo interior no supone ningún sacrificio.
Por tanto, no inviertas tu tiempo en visualizaciones, rituales, decretos, etc. sino en conocer quién eres realmente, qué quieres de verdad y en cuestionarte tus más arraigadas creencias que son las que te alejan de todo eso. Realiza tu trabajo de desarrollo personal y verás como todo lo demás se irá acomodando poco a poco.
Raquel Izquierdo Dasí
@raquelidcoach #TuGranPoder