LOS DISRUPTORES ENDOCRINOS

LOS DISRUPTORES ENDOCRINOS

Los disruptores endocrinos son sustancias químicas con las que convivimos, ya que se encuentran en toda clase de productos de uso diario, y que poseen la capacidad de alterar el sistema endocrino. Todo lo relativo a este tema está obteniendo cifras alarmantes sobre la toxicidad de estas sustancias; esto es porque alcanza a la raza humana y a todo ser vivo que habita nuestro planeta. Como mínimo parece ser muy preocupante hasta el punto de que la Comisión Europea los ha reconocido como sustancias potencialmente peligrosas para la salud debido a su alta toxicidad. 

Estas sustancias altamente perjudicales se encuentran en los alimentos debido al uso de pesticidas, en los cosméticos, en los productos de higiene personal (jabones, champús, desodorantes…), en perfumes, en productos de limpieza, en productos industriales (disolventes, pinturas, ambientadores…), en determinados tejidos como el poliéster, en alimentos ultra procesados, en recipientes y utensilios de cocina, etc. Se han detectado miles de químicos con capacidad disruptora. Estas sustancias pueden penetrar a través de la ingesta, de la respiración y de la piel.

El sistema endocrino es el responsable de controlar las funciones del organismo que segrega las hormonas. Las glándulas endocrinas liberan las hormonas en el torrente sanguíneo y llegan a tejidos y órganos de todo el cuerpo. Estas hormonas son fundamentales para el correcto desempeño de muchas de las funciones del cuerpo humano. Lo que ocurre con los disruptores endocrinos es que se comportan como si fueran hormonas dentro de nuestro cuerpo confundiendo al sistema endocrino. Y esto tiene graves efectos nocivos que dan lugar al deterioro de la salud física y emocional.

Algunas de estas sustancias son el butilhidroxitolueno, ftalatos, parabenos, bisfenoles (muy utilizados en la fabricación de plástico, lo encontramos sobre todo en botellas y en latas), triclosón, benzofenonas, fenoxietanol (utilizado como conservante sobre todo en champús y cremas), nano partículas (muy presentes en los filtros solares entre otros), etc. La exposición a lo largo de nuestra vida a estas toxinas ambientales altera el correcto funcionamiento del metabolismo, del crecimiento, de la reproducción, del sistema inmunológico… Algunas de las enfermedades que se relacionan con los disruptores endocrinos son las autoinmunes (tiroidismo, celiaquía, diabetes, esclerosis, fibromialgia, etc), cáncer, infertilidad (tanto en hombres como en mujeres), enfermedades ginecológicas (endometriosis, síndrome del ovario poliquístico, etc.), tumores testiculares, etc.

Ante tal panorama parece que poco podemos hacer, pero no es así, siempre existen opciones. Por ejemplo, usar recipientes de vidrio o acero inoxidable en lugar de plástico, usar productos de higiene personal, cremas y cosmética natural (afortunadamente cada vez más presentes en el mercado), comer alimentos no procesados y ecológicos, evitar los alimentos enlatados, apostar por una limpieza del hogar con productos naturales que nos podemos hacer nosotros mismos o leer las etiquetas de cada producto. Aunque una vez más nos falta el compromiso de nuestros gobernantes para una regulación y compromiso en la reducción de estas sustancias. Mientras tanto, tomemos consciencia y hagamos nuestros pequeños gestos. 

Al fin y al cabo se trata de nuestra salud.


Fuente científica: ANSM


Raquel Izquierdo Dasí

@raquelidcoach