Durante los primeros años de vida se forjan las heridas emocionales que nos acompañarán durante toda nuestra vida si no nos hacemos cargo de ellas. Es decir, si no las atendemos y las sanamos estaremos presos de los arrebatos del niño interior. Estas heridas se activan a lo largo de nuestro camino vital ante determinadas situaciones, que nuestro inconsciente reconoce como similares a otras que vivimos de niños. Esto hace que a menudo se reaccione de manera ilógica e irracional ante personas y circunstancias que nos reflejan nuestras propias heridas.
¿Cuáles son las cinco heridas emocionales?
• Rechazo
• Abandono
• Humillación
• Traición
• Injusticia
Según Lise Bourbeau autora de «Las cinco heridas que impiden ser uno mismo» todos poseemos varias de ellas. Según el momento en el que nos encontremos y la situación que se manifieste predominará una sobre las otras. Estas heridas se forjan en el momento en que el niño o la niña está «construyendo» su personalidad durante sus primeros seis años de vida. Las heridas emocionales se desarrollan en función de cómo el niño interpreta aquello que vive, y que de alguna manera le marca de una manera decisiva.
Del mismo modo el niño desarrollará una serie de «máscaras» en función de sus heridas (que forman parte de su ego) para ocultar el dolor original. A lo largo de su vida estas heridas le llevarán a vivir escenarios donde se reflejarán. Esto hará que repita patrones hasta que las reconozca y logre superarlas.
Estad atentos pues en el siguiente artículo desarrollaré cuáles son las máscaras y cómo se relacionan con cada herida. También daré unas claves para saber cómo sanar las heridas emocionales.
Raquel Izquierdo Dasí
@raquelidcoach