LOS TRES FILTROS DE LA VERDAD

Sócrates, filósofo griego del siglo IV a.C., entre muchas de sus enseñanzas nos dejó una hermosa parábola que hacía referencia a valores morales como la verdad, la bondad y la utilidad. En esta parábola hace referencia a que antes de darle verdadero valor a algo debemos pasarlo por tres filtros. Para ello la historia que nos narra es la siguiente:

«Estando Sócrates paseando por unos bellos jardines vio a lo lejos a uno de sus discípulos que corría hacia él. Cuando este llegó a su altura pudo comprobar que su alumno estaba muy alterado.

—Maestro quiero contarte que un amigo tuyo estuvo hablando de ti con gran malevolencia —dijo el discípulo muy alterado.

—¡Espera! ¿Has pasado por los tres filtros lo que me vas a decir? —interrumpió Sócrates severamente.

—¿Los tres filtros?

—Sí —replicó Sócrates—. El primer filtro es la verdad. ¿Has comprobado que lo que me quieres decir es totalmente verdadero en todos sus aspectos?

—No… lo escuché contar a unos vecinos.

—Entonces lo habrás hecho pasar por el filtro de la bondad. ¿Al menos es bueno lo que me quieres decir?

—No… en realidad no lo es, al contrario.

—Ya veo —interrumpió Sócrates—. Veamos el tercer filtro. ¿Es necesario que me lo cuentes?

—No, para ser sincero no lo es.

—Pues si es así —sonrió el filósofo— olvidémonos de este asunto».

Esta anécdota nos hace reflexionar sobre el hecho de que para tener una comunicación sincera, efectiva y asertiva debemos pasar, tanto aquello que decimos como lo que escuchamos, por estos valores. Hoy en día estamos sometidos a una gran cantidad de información que en su gran mayoría no es filtrada. Sin embargo, podemos utilizar nuestro discernimiento a través de esta valiosa enseñanza de uno de los grandes maestros de la historia antigua. 

Si algo no sabes si es verdad, además sabes que no es bueno y tampoco es útil, ¿para qué contarlo? Y si lo que escuchas tampoco obedece a estos mismos principios, ¿para qué darle valor?

Raquel Izquierdo Dasí

@raquelidcoach