A todos, la tristeza nos visita en algún momento de nuestras vidas. Es normal, sentir esos momentos de bajón en los que todo parece desmoronarse a nuestro alrededor. La mayoría de seres humanos la hemos sentido en mayor o menor intensidad. El grado en que la sentimos depende de muchos factores tanto externos como internos. Sea como sea, esta emoción desencadena una serie de procesos que nos hace detenernos para atender aquello que está sucediendo. Si sabemos reconocer el mensaje intrínseco que nos trae será una oportunidad de crecimiento y conexión con nosotros mismos.
La tristeza es la respuesta emocional básica ante una situación de dolor, frustración o decepción. Por ende, es una emoción natural que tiene una función adaptativa. Cabe no confundirla con la depresión, que es una patología que debe tratarse por un terapeuta especializado. La tristeza es transitoria y con una buena gestión emocional va disminuyendo hasta que desaparece. Si persiste en el tiempo puede llegar a convertirse en depresión, o desencadenar en otros síntomas físicos y mentales. Por ello, como cualquier otra emoción no debemos rechazarla, sino atenderla y darle su espacio.
Con frecuencia la tristeza está enmascarada de otras emociones o actitudes por lo que puede ser difícil de detectar. El ritmo acelerado de las sociedades actuales hace que muchas veces no seamos capaces de ver esas señales que nuestra mente y nuestro cuerpo nos envían. Esto es porque el sentimiento de tristeza no solo se manifiesta como llanto o melancolía. Pero si queremos superar la tristeza de una manera saludable debemos ser capaces de reconocer esas señales. Es importante, hacer espacio entre nuestros quehaceres diarios y ver cómo nos sentimos, cuáles son nuestros pensamientos y qué sensaciones tiene nuestro cuerpo. Esta es una manera de identificar esas señales que nos indican que algo no está bien con nosotros mismos.
Como he mencionado antes, es vital no rechazar nuestras emociones pues todas ellas vienen a decirnos algo importante sobre cómo nos estamos atendiendo. La tristeza no es menos, y trae consigo profundos aprendizajes que solo lograremos entender soltando todas las resistencias, abriéndonos a sentirla y a abrazarla. Solo así lograremos eliminar la tristeza de manera permanente. Ahí es donde lograrás conectar con ese enorme regalo que trae cada experiencia de la vida.
Aunque este estado de aflicción es temporal existen poderosas estrategias para salir de la tristeza de una manera muy eficaz. Aplicar estas herramientas ayuda no solo a procesar de una manera más liviana esta emoción, sino que también impulsan a que el proceso sea más rápido. Aquí te comparto el vídeo “Cómo superar la tristeza” donde te lo cuento todo de una manera muy detallada. No dudes en emplear todas las técnicas que te explico para esos momentos de tristeza. Yo misma las he utilizado. Son muy eficientes y lo más importante ¡son muy sencillas!
Si quieres más herramientas sobre bienestar emocional y desarrollo personal te invito a leer mis libros “Tu Gran Poder” y “Encuentros con mi Ser”. En ellos encontrarás valiosos recursos para cualquier área de tu vida. Te aseguro que tenemos la capacidad de transformar nuestras vidas y llevarlas a un siguiente nivel. Invertir en tu crecimiento es amor propio. Y recuerda que ¡no estás solo!
Raquel Izquierdo Dasí
@raquelidcoach